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MALDITA RESACA

Si mi perfil de Tinder fuera sincero, yo tendría un par de años más y alguna foto más triste. En la biografía podría «Hombre roto busca droga dura para dejar el alcohol» «Busco quién me haga olvidarla, quién me arranque la piel, quién me lama las heridas y los besos; los que recuerdo por las mañanas cuando despierto, aun joven, y pienso en ella… y ni siquiera hace falta que sea una sola persona, pero es imprescindible que no espere nada de mí»

Y yo, que ya sabes que soy un mentiroso de los malos, no encuentro lo que busco. Las que caen en las telarañas, de las fotos de días buenos y de frases de otros, son buenas chicas que buscan amor y otras cosas que tú me robaste y que yo ya no sé ser con nadie.

Esas chicas buenas preguntan cosas difíciles, ¿qué quiero, qué somos, qué espero…? Y un pequeño pánico se instala en mi pecho, se acuesta sobre mí, presiona mis entrañas. Todas esas preguntas que hacen más real que ya no estás… que no vas a volver, que toca empezar la vida de 0, buscar lo mismo que tenía contigo … Pero ahora en otra piel.

No me falta donde elegir, pero todas tienen el mismo defecto; ninguna eres tú.

La de ayer tenía cara de ángel y manos perfectas, yo estaba convencido de que podía hundirme en ella y olvidarme de ti, al menos mientras la carne fuera fresca y ella no viera mis taras, ni mis rotos o mis miedos… pero tenía una perla en cada oreja, como aquellas que te regaló tu abuela y que tú solo te ponías en ocasiones especiales; para bodas, cenar fuera en tu cumpleaños o follar en San Valentín. Tuve que irme, tuve que huir…

Lo siento, amor. No sé olvidarte. Eres como esas cosas que se encuentran cuando ya no se buscan y yo siempre te encuentro sin buscarte o te busco sin querer.

Solo sé que intento quemarte como el calor quema el alcohol, pero me embriagas antes de lograrlo, me emborracho con tu recuerdo… Y lo peor, siempre, siempre y mil veces… son las resacas de ti.


Para «D» Ya sé que lo peor de tus «malditas resacas» es escucharme a mí diciéndote que ya está bien, como si tu corazón tuviera orejas. No puedo evitarlo, ya sabes que te quiero.

Imagen de jcomp en Freepik

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